Un proyecto familiar con vocación social: la Fundación Sergio Villar ya es una realidad

La Fundación Sergio Villar inició su actividad recientemente en A Coruña. Hablamos con uno de sus artífices, Víctor Villar, para conocerla más de cerca. Esta entidad se presentó oficialmente el mes pasado. En la conversación, Víctor explicó el origen familiar que presenta, ya que busca mantener el legado y se construye alrededor de la figura de su hijo, Sergio Villar, que da nombre a la Fundación. “Nace de la necesidad de poner en valor el ideal social que tenía mi hijo, Sergio, que falleció en un accidente en el año 2023”, afirma Víctor.
Según contó, la idea de crear la Fundación surgió aproximadamente un año atrás, y fue en el pasado mes de mayo cuando se inició su actividad con un acto oficial, coincidiendo con la declaración de interés público gallego, otorgada el 1 de abril de este año. Destacó que se trataba de un proyecto familiar, y que escogieron, él, la madre y la familia, la fórmula jurídica de fundación, entre otras posibles dentro del tercer sector, con el objetivo de mantener un cierto control sobre la dinámica futura de la organización.
EL LEGADO DE SERGIO
“Sergio era una persona que tenía mucha sensibilidad social y transmitía la idea de dedicar su vida a este ámbito, aunque no tenía definido en qué campo iba a trabajar”, describe así a su hijo. Comentó que Sergio ya se formaba y participaba en actividades de carácter social en su villa natal, Ribadeo, y que, tras el accidente, la familia se trasladó a A Coruña, donde vive su hijo mayor, hermano de Sergio. Fue en este nuevo contexto donde decidieron construir un legado que recoja y continúe el proyecto vital que Sergio estaba comenzando a trazar.
Apuntó que la entidad fue fundada por el núcleo familiar más próximo —padres, tíos y primos tanto por la parte paterna como por la materna— junto con algunos amigos de Sergio. Le preguntamos cómo cree que reaccionaría Sergio al saber de esta Fundación y de lo que busca hacer, y Víctor manifestó que piensa que su hijo se sentiría satisfecho, dado que su vida estaba claramente orientada hacia el compromiso con los demás. “Buscamos ver que de un azar o infortunio pudimos sacar algo de fuerzas para seguir con su proyecto, que está pensado para los demás. No es tanto de realización personal como de dejar un mundo mejor”, transmite.
Hace hincapié en que todas las decisiones que toman están guiadas por el recuerdo y la enseñanza que les dejó. Añadió que, a pesar de la edad que tenía Sergio —18 años— y el carácter idealista que esta puede implicar, decidieron dar a la Fundación una visión humanista basada en la confianza en el ser humano y en su capacidad de transformación. En este sentido, afirmó que sienten la presencia de Sergio en cada decisión y línea de actuación que emprenden.
LOS RETOS POR DELANTE
La Fundación está dirigida a mejorar las condiciones de vida de personas, colectivos, en situación o riesgo de vulnerabilidad, con especial atención a la infancia y la juventud. Considera que hoy en día es fundamental la intervención social, actuando sobre las causas de los problemas mediante programas que contribuyan a cambiar esquemas tradicionales que no están dando los resultados esperados. La Fundación pretende, así, aportar su grano de arena a un mundo mejor.
Se encuentran en el punto inicial con tan solo un mes de actividad, en el que ya están en contacto con jóvenes y amigos de Sergio, y están desarrollando algunas iniciativas en el ámbito deportivo, como el patrocinio de equipos de deporte base. Así, Víctor puso la atención en la comunidad más próxima y en la participación en los entornos educativos que afectan directamente a la juventud.
La intención es clara: “Queremos mirar hacia adelante, no hacia atrás, no duplicar esfuerzos, lo cual era su objetivo y razón de ser, e intentar poner el foco ahí. Nosotros buscaremos donde no haya determinados programas o proyectos que pensamos que son necesarios”.
Ya trabajan en algún proyecto en estado avanzado en contacto con otras asociaciones, de manera que promueven una idea y buscan a los profesionales de la materia que puedan implementarla y buscar la financiación para la misma.
Sobre el ámbito territorial de la Fundación, explicó que es de carácter autonómico. En principio, están comenzando su actividad en A Coruña, donde residen actualmente, debido a la dificultad emocional de retomar el contacto con Ribadeo, villa a la que pretenden volver más adelante para devolver el cariño recibido tras la pérdida.
“Este proyecto también significa que Sergio sigue estando dentro de nuestras vidas”
Finalmente, se refirió al acto de presentación oficial como un momento muy emotivo y que superó las expectativas de la familia tanto por la acogida como por la participación institucional. Valoró muy positivamente la asistencia y apoyo de entidades deportivas, centros educativos, los Ayuntamientos de Ribadeo y A Coruña, la Diputación y la Xunta de Galicia. Informó también de que ya tienen proyectos en desarrollo en colaboración con otras asociaciones, y que su enfoque consiste en promover ideas, buscar profesionales especializados para llevarlas a cabo y gestionar los recursos necesarios para su implementación.
“Este proyecto también significa que Sergio sigue estando dentro de nuestras vidas, fue igual que su hermano el centro de nuestro proyecto vital. Ahora adaptándonos a una realidad nueva sufrible, pero a la que queremos dar un punto de luz y mirar hacia adelante, hacia lo que él podía haber hecho”, concluye Víctor.