Río Maior en Sada, el plan para abrir el cauce avanza mientras persisten los riesgos de inundación

Sada arrastra desde hace años episodios de inundaciones en A Lagoa, As Brañas y Cantalarrana —con un pico en 2016— y volvió a activar la alerta en febrero de 2025, cuando la crecida de los ríos Maior y Fontoira no llegó a causar daños gracias a un operativo preventivo municipal. Los estudios técnicos previos señalan como cuello de botella la desembocadura del Maior y recomiendan sustituir los cuatro tubos ovoides por un cajón rectangular para aumentar la capacidad de desagüe, junto a la recuperación del cauce abierto en tramos hoy soterrados bajo calzada.
En 2025 el Gobierno local dio un paso decisivo con el convenio con Augas de Galicia para una actuación valorada en 7,1 millones que contempla dejar a cielo abierto varios tramos urbanos —desde la rúa Bergondo hasta la desembocadura— y mejorar el drenaje en la boca del río. El acuerdo, que prevé una financiación compartida entre Xunta (a través de Augas) y Concello y fases vinculadas a la cesión de la carretera provincial DP-0812 por parte de la Diputación, fue elevado a pleno en marzo y plantea licitar obras tras completar los trámites urbanísticos.
El frente financiero y administrativo sigue abierto: el coste del antiguo proyecto para 'destapar' el río llegó a cuadruplicarse (de 1,57 a 6,5 millones) y, a día de hoy, el Gobierno central no ha comprometido aportaciones para esta obra. Mientras, la oposición local ha pedido realizar un simulacro de la apertura del último tramo antes de ejecutar la solución estructural.