Prealerta por escasez de agua se mantiene en el Anllóns y afecta ya a Arteixo y Culleredo

La Xunta de Galicia ha decidido mantener la situación de prealerta por escasez moderada de agua en el sistema del río Anllóns, que incluye a municipios como Arteixo y Culleredo, ante la persistente bajada de caudales y la falta de precipitaciones en los últimos meses.
Los técnicos que conforman la Oficina Técnica da Seca justifican la medida por la evolución de los indicadores hídricos detectada desde julio y por unas previsiones meteorológicas que no apuntan a recuperaciones significativas a corto plazo. Ese seguimiento reforzado responde a la necesidad de evitar situaciones de tensión en el abastecimiento durante las próximas semanas.
La declaración de prealerta implica un control intensivo de los niveles de consumo y del abastecimiento y conlleva recomendaciones prácticas para los ayuntamientos: limitar usos municipales no esenciales (baldeo de calles, riegos de parques y fuentes ornamentales), intensificar el control de captaciones y actualizar los planes locales de suministro para minimizar riesgos.
Según los últimos datos oficiales y el seguimiento informativo, 45 municipios gallegos permanecen en prealerta, con más de 800.000 vecinos en áreas donde se vigila de forma permanente la evolución de los caudales y el estado de los embalses. Entre los concellos afectados por la prealerta en la cuenca del Anllóns figuran Arteixo, Carballo, Cerceda, Coristanco, Culleredo, A Laracha, Malpica, Ponteceso o Tordoia.
Las administraciones municipales de la zona están llamadas a intensificar campañas de concienciación entre la población para reducir consumos domésticos no esenciales —riego privado fuera de franjas autorizadas, lavado de vehículos o llenado de piscinas— y para preparar posibles medidas adicionales si empeora la sequía. Augas de Galicia ha anunciado que seguirá monitorizando la situación y que la Oficina Técnica revisará periódicamente la necesidad de avanzar a niveles superiores de aviso.
La previsión de precipitación a corto plazo y la evolución de los caudales marcarán las decisiones futuras; mientras tanto, las administraciones piden prudencia en el uso del agua y mantienen la coordinación técnica para garantizar el suministro en las áreas más vulnerables de la costa gallega.