Paderne ejecuta por segunda vez la roza de una finca privada abandonada en Montecelo

El Ayuntamiento de Paderne acaba de acometer, por segunda vez en su historia, la limpieza de una finca de titularidad privada situada en la zona de Montecelo. La parcela, que llevaba años sin ningún tipo de mantenimiento, se había convertido en un foco de insalubridad y molestias para el vecindario debido a su estado de abandono.
Ante esta situación, el Gobierno local inició los trámites legales necesarios para localizar a las personas propietarias actuales de la finca. Sin embargo, la falta de actualización del Catastro dificultó esta tarea. A pesar de ello, los servicios jurídicos del Ayuntamiento lograron completar la tramitación administrativa que permitió acometer la actuación de limpieza a través de medios contratados por el ejecutivo municipal.
Según explicó el alcalde, Sergio Platas, “tras una primera actuación de este tipo en agosto del pasado año, llevamos a cabo de nuevo una acción similar, lo que demuestra nuestro compromiso no solo con el bienestar del vecindario, sino también con la preservación y el cuidado de nuestro entorno”. El mandatario quiso agradecer especialmente el trabajo de los servicios jurídicos municipales, en un proceso que calificó de “complejo, pero finalmente exitoso”.
El Ayuntamiento procederá ahora a derivar la factura correspondiente a la persona titular de la propiedad, que además podría enfrentarse a una sanción administrativa de hasta 900 euros por hectárea de superficie no gestionada, según la normativa vigente.
Platas insistió en que este tipo de intervenciones son “excepcionales” y solo se llevan a cabo tras una intensa labor burocrática: “Gracias a ese esfuerzo legal, evitamos que los costes de la actuación recaigan sobre el vecindario”, subrayó.
Esta medida refuerza el compromiso del Ayuntamiento de Paderne con la seguridad, la salud pública y la protección ambiental, así como con el cumplimiento de las obligaciones que recaen sobre los titulares de parcelas privadas en el término municipal.