Miño desbloquea el futuro urbanístico del Monte Piñeiro con un acuerdo que prioriza la sostenibilidad

ACoruñaXa
El entendimiento pone fin a un largo conflicto entre las empresas y el consistorio
PLANO-MINHO
31 May 2025

El Ayuntamiento de Miño y las principales promotoras inmobiliarias propietarias de los terrenos en Monte Piñeiro acaban de cerrar un acuerdo histórico que permitirá retomar el desarrollo urbanístico de la zona, tras años de litigios judiciales y paralizaciones. Este entendimiento pone fin a un largo conflicto entre las empresas y el consistorio, iniciado tras la interrupción del proyecto aprobado en el año 2006.

El nuevo plan, que afecta a una superficie de alrededor de 151.000 m², redefine el futuro de este ámbito estratégico para el crecimiento del municipio. La propuesta mantiene un equilibrio entre la expansión urbana y la calidad de vida, apostando claramente por un modelo de urbanismo sostenible.

La negociación comenzó en 2019, con la llegada de Manuel Vázquez Faraldo a la alcaldía. Según explican desde el gobierno local, el acuerdo supone una notable reducción de la edificabilidad respecto al proyecto inicial y una clara apuesta por más zonas verdes y equipamientos públicos. Así, la ocupación del terreno por edificación se limitará al 14 %, y los viales ocuparán otro 16 %. El 70 % restante —más de 105.700 m²— se reservará para espacios verdes. “La relación entre el espacio libre y el construido habla por sí sola del esponjamiento del proyecto, muy alejado de lo que se planteaba en 2006”, señalan fuentes municipales.

La reorganización de los accesos también será clave en este nuevo diseño. Los viales se integrarán en la trama urbana existente, con entradas desde las calles Marismas y Travesía da Praia, y se prevé además la creación de un nuevo vial de conexión con la AP-9 y con el futuro enlace con la N-651. Este cambio busca mejorar la fluidez del tráfico durante todo el año, especialmente en los meses de verano, cuando la población de Miño llega a triplicarse.

En cuanto a las tipologías de vivienda, el proyecto contempla cinco tipos distintos de bloques residenciales —todos exentos— y 36 viviendas unifamiliares con jardín. También se incluyen viviendas de promoción pública, conforme a la normativa vigente.

“El ajuste responde a la voluntad de todas las partes de garantizar un desarrollo más sostenible y adaptado a las necesidades del vecindario”, indican desde el Ayuntamiento, destacando que “con más espacios verdes y equipamientos públicos, se mejoran las condiciones ambientales y se refuerzan las infraestructuras para el bienestar de la ciudadanía”.

El alcalde, Manuel Vázquez Faraldo, valoró muy positivamente el acuerdo: “Los terrenos que hasta ahora son propiedades privadas, sin uso y llenas de maleza, pasarán a ser una zona residencial con amplias zonas verdes que serán un pulmón para el casco urbano, entre ellas una gran zona pública con espacio libre para todo tipo de usos de ocio”. Añadió también que “los nuevos viales serán un paso más para que Miño tenga un tejido urbano articulado con calles y no alrededor de carreteras, como hasta ahora”.

Desde el ejecutivo local se reconoce que, a pesar de este paso adelante, “aún queda un largo camino por recorrer” hasta que el nuevo Monte Piñeiro sea una realidad visible. No obstante, subrayan que el acuerdo sitúa a Miño en una posición favorable para avanzar hacia un urbanismo más ordenado, verde y pensado para las personas.

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