La Xunta culmina la restauración de la cubierta y sacristía de la iglesia de Santa María de Azougue

La iglesia de Santa María de Azougue, uno de los mejores ejemplos del gótico gallego y símbolo del patrimonio de Betanzos, acaba de completar una nueva fase de restauración centrada en la renovación de la cubierta y la sacristía. Las obras, financiadas por la Xunta de Galicia con cerca de 450.000 euros, fueron supervisadas esta mañana por la delegada territorial, Belén do Campo; el codirector general de Patrimonio Cultural, Ángel Miramontes; y el director territorial de la Consellería de Cultura, Lingua e Xuventude, Severino Álvarez.
Según explicó la delegada, esta intervención “se enmarca en el compromiso del Gobierno gallego con la conservación patrimonial en este Concello, somos la administración más comprometida con la conservación, restauración, investigación y divulgación de bienes patrimoniales en Betanzos”. Esta fase se suma a las actuaciones realizadas entre 2021 y 2023 en el retablo del templo, que contaron con una aportación de 75.500 euros, elevando la inversión total de la Xunta en la iglesia a más de 525.000 euros.
La restauración permitió resolver diversos problemas estructurales, especialmente los relacionados con filtraciones de agua en la sacristía y humedades en techos y paramentos verticales. Para ello, se sustituyeron las cubiertas del templo, la sacristía y el acceso al campanario. En este último caso, también se renovaron las vigas, tablas y rastreles con madera de castaño.
Las actuaciones incluyeron también la limpieza de las fachadas, eliminación de vegetación, limpieza manual de paramentos y elementos arquitectónicos, rejuntado con mortero de cal y reparación de las juntas de carpinterías. En las ventanas donde faltaban elementos, se colocaron nuevos vidrios.
Además, se instaló un vierteaguas en la parte superior del resalte del muro sur y se impermeabilizó la espadaña-campanario. En la cubierta, que es transitable, se realizó un trasdosado interior ventilado con un canal de evacuación de agua y se impermeabilizó la azotea, solucionando así los problemas de humedad que afectaban al templo.
Para poder ejecutar estas obras, la Consellería de Cultura firmó una adenda al convenio de colaboración con la Diócesis de Santiago de Compostela, con el objetivo de disponer de los terrenos e inmuebles necesarios para su intervención.
Con esta actuación, la Xunta continúa apostando por la conservación y puesta en valor del patrimonio histórico y artístico de Galicia, garantizando la protección de espacios de alto valor cultural y religioso, como es el caso de esta iglesia declarada Bien de Interés Cultural (BIC).