La glorieta de Ledoño se mantiene mientras la Xunta proyecta un paso inferior peatonal en la AC-523

La Xunta de Galicia avanzó hoy los detalles del proyecto para construir un paso inferior peatonal en la carretera AC-523, a la altura de Ledoño, en el municipio de Culleredo. La infraestructura permitirá cruzar con mayor seguridad un punto que concentra un elevado tránsito de vehículos, reduciendo así el riesgo para los viandantes. Además, el Ejecutivo autonómico confirmó que está redactando un plan complementario de actuaciones en materia de seguridad vial, que incluye la mejora de la iluminación en el tramo.
En la reunión celebrada esta mañana en la Delegación de la Xunta en A Coruña, el director de la Axencia Galega de Infraestruturas, Francisco Menéndez, y la directora territorial de la Consellería de Vivenda e Planificación de Infraestruturas, Begoña Freire, trasladaron al alcalde de Culleredo, José Ramón Rioboo, que la glorieta de Ledoño se mantendrá operativa hasta que se ejecute la nueva actuación. La inversión prevista asciende a 700.000 euros y la previsión es tener la redacción del proyecto a finales de 2025, con el objetivo de licitar e iniciar las obras a lo largo de 2026.
Según explicó la Xunta, este paso inferior se ubicará en el punto kilométrico 1+360 de la AC-523, un lugar que presenta un historial de riesgo debido a la elevada intensidad del tráfico. La administración autonómica subraya que la intervención busca dar respuesta a una necesidad de movilidad segura, en línea con el compromiso de reforzar la protección de los peatones en las carreteras autonómicas.
El futuro de la glorieta de Ledoño, sin embargo, sigue abierto. El Ayuntamiento ya había manifestado en agosto su oposición a la retirada de esta infraestructura, que considera fundamental para organizar el tráfico y reducir la velocidad en un tramo con accidentes graves. La Diputación de A Coruña también expresó públicamente su respaldo a las reivindicaciones vecinales, coincidiendo con la plataforma 'Salvemos la Rotonda Ledoño–Rumbo', que defiende su conservación como elemento clave para la seguridad vial.
Desde el ejecutivo municipal advirtieron en las últimas semanas que la eliminación de la glorieta sería un “grave error” y reclamaron diálogo a la Xunta. Por su parte, el alcalde Rioboo insistió en que “si existe consenso social, institucional y técnico sobre la necesidad de la rotonda, debe garantizarse su continuidad e impulsar mejoras adicionales que refuercen la seguridad en el tramo”.
Los vecinos permanecen atentos a la evolución del proyecto y a las negociaciones entre administraciones, con la vista puesta en que las decisiones que se adopten garanticen tanto la seguridad de los peatones como la fluidez del tráfico.