La declaración de Monumento Natural de la costa de Serantes e Dexo cumple 25 años

Tal día como hoy, hace un cuarto de siglo se realizó la declaración de la costa de Serantes y Dexo como Monumento Natural. El Ayuntamiento de Oleiros activó este importante mecanismo de protección y logró su inclusión en la Red Natura 2000 europea, otorgándole además la máxima protección urbanística mediante el Plan General.
A lo largo de estos 25 años, se priorizó la preservación de la costa, manteniéndola libre de nuevas construcciones y conservando la sabiduría de las personas que habitaron las parroquias de Serantes y Dexo durante siglos. En esta línea de defensa, tal como señala el Ayuntamiento, fue paralizado el intento de una inmobiliaria madrileña de urbanizar Seixo Branco, aprovechando la Ley del Suelo del Gobierno de Aznar. La empresa, que llegó a adquirir los terrenos ocupados por las antiguas baterías militares del Ministerio de Defensa, acabó con la operación y el suelo fue revertido al Estado.
En otras ocasiones, el Ayuntamiento impidió la clasificación de la zona como parque eólico por la Xunta de Galicia y bloqueó propuestas de creación de un puente con Ares, así como promesas electorales del Partido Popular de Oleiros que pretendían llevar a cabo actividades nocivas para el medio ambiente. Un ejemplo dramático de esta lucha ocurrió en junio de 1998, cuando el naufragio del pequeño mercante Diana María, que encalló en los acantilados a plena luz del día, estuvo a punto de ser desguazado in situ por la Dirección General de Puertos del Estado. Gracias a la enérgica oposición del Gobierno municipal, el barco fue remolcado por el mar, frustrando así el intento de destrucción del territorio.
El Monumento Natural abarca una franja litoral de aproximadamente 11 km, desde el faro de Mera hasta el puerto de Lorbé, distribuida en más de 270 hectáreas. La escasa huella humana a lo largo de los siglos permite la existencia de paisajes que evocan la costa gallega de tiempos remotos, además de contar con importantes trazos geomorfológicos y una rica biodiversidad de incalculable valor.
Uno de los puntos de interés es la antigua casa del farero de los Faros de Mera, convertida por el Concello en la actual Aula del Mar, centro de recepción de visitantes que alberga una exposición interpretativa permanente sobre la historia y el patrimonio de la zona.
A instancias del Ayuntamiento, la Xunta de Galicia se encuentra en proceso de aprobación del Plan de Gestión del Monumento Natural, que regulará diversas actividades y usos en el territorio. El Ayuntamiento presentó 38 alegaciones a la propuesta inicial autonómica, de las que más de la mitad fueron resueltas favorablemente. Entre los puntos aprobados, destaca la prohibición de competiciones deportivas, la promoción de la plantación de árboles autóctonos en detrimento del eucalipto, el incremento de partidas económicas para luchar contra especies invasoras y la restricción más severa del acceso a las furnas. Aún están pendientes de resolución los límites geográficos, que el Ayuntamiento reclama que coincidan con los establecidos en el Plan General.
Además, el Ayuntamiento insistió en que no se permitieran prácticas militares, siendo que la Xunta acabó prohibiéndolas parcialmente, limitándolas entre agosto y febrero, al considerar que solo afectarían a la conservación de los hábitats naturales durante ese período.