Fontán y Martínez Acón exigen al PSOE que actúe ya tras las denuncias de acoso laboral en el Concello de A Coruña
Las exconcejalas socialistas de A Coruña Esther Fontán y Eva Martínez Acón, que presentaron denuncias internas por presunto acoso laboral contra la alcaldesa, Inés Rey, y el teniente de alcalde José Manuel Lage Tuñas, han vuelto a elevar la presión sobre el partido. Este lunes difundieron una carta dirigida a la militancia en la que critican que el PSOE no haya reaccionado con contundencia y sostienen que la ejecutiva del PSdeG no puede alegar desconocimiento porque, según afirman, recibió copias de la denuncia.
En el texto, las firmantes enmarcan el caso en la crisis interna del socialismo gallego y reclaman que se aplique el mismo nivel de rapidez que (según señalan) se ha visto en otros episodios recientes vinculados a denuncias de acoso sexual. Con la Ejecutiva federal reunida este 22 de diciembre, consideran que el momento es ‘ahora’.
La carta también se hace eco de una tercera denuncia que, siempre según su versión, habría presentado una concejala en ejercicio. Y añade un aviso: podrían aparecer nuevos testimonios, incluidos los que procederían de trabajadoras del Ayuntamiento coruñés.
Las dos primeras denuncias se registraron la semana pasada por el canal interno del PSOE. Diversos medios han recogido que en esos escritos se describen ‘gritos, insultos, malos modos’ y un trato que califican de vejatorio, además de ‘mobbing’, en el periodo 2019-2023.
Inés Rey, por su parte, ha negado las acusaciones y las ha atribuido a un ‘ajuste de cuentas’ por la configuración de las listas, denunciando además lo que considera un uso espurio de un canal concebido para proteger a víctimas.
El PP local ha pedido la dimisión de Rey y Lage y sostiene que un tercer caso reforzaría la idea de un patrón de conducta en el gobierno municipal. Mientras, desde el PSdeG, su portavoz Julio Torrado ha apelado a la prudencia y ha insistido en que la dirección autonómica no tiene ‘constancia formal’ de las denuncias más allá de lo publicado, reclamando no ‘instrumentalizar’ ni a las víctimas ni el procedimiento interno.