Estudiantes coruñeses preparan las maletas para un año académico en Canadá con un programa municipal

Un grupo de 30 jóvenes de A Coruña iniciará en septiembre una experiencia educativa única gracias al programa “A Coruña en el Mundo: Becas Norteamérica 2025-26”, promovido por el Ayuntamiento. El alumnado cursará primero de Bachillerato en distintas localidades canadienses, conviviendo con familias anfitrionas y asistiendo a centros educativos locales.
Antes de su partida, prevista para el 2 de septiembre, el Ayuntamiento organizó una recepción en el salón de sesiones de María Pita, con la presencia de la alcaldesa, Inés Rey, quien destacó la importancia de este proyecto en la transformación educativa de la ciudad. “Este curso seréis los protagonistas de un programa educativo que ya forma parte de nuestro calendario habitual pero que supuso una auténtica revolución en la educación coruñesa”, señaló la regidora. Además, recordó a los participantes que “desde hoy sois embajadores de A Coruña por un año”.
El acto contó con la participación del concejal de Educación, Juan Ignacio Borrego, así como con estudiantes y familiares. Intervinieron también Sara Otero Sánchez, en representación del nuevo alumnado, y Verónica Alejandra Palacios, que compartió su experiencia tras completar el programa en el curso 2024-25.
Los jóvenes estudiarán en pequeñas y medianas ciudades pertenecientes a los distritos escolares de Newfoundland (Terranova y Labrador) y Livingstone (Alberta), cerca de las Montañas Rocosas. Su regreso está previsto entre junio y julio de 2026.
De las 30 becas concedidas, 25 cubren el coste total de la estancia, mientras que cinco estudiantes deberán aportar un 5 % (1.800 euros) del coste global. El Ayuntamiento, que destina 650.000 euros al programa, ofrece además una ayuda mensual de 120 euros durante los diez meses que dura la estancia, además de cubrir viajes, seguro sanitario, escolarización y tramitación de visados. Cinco participantes recibirán además 400 euros adicionales para gastos de desplazamiento.
La selección del alumnado tuvo en cuenta criterios académicos —nota media y calificación en inglés en 3º de ESO—, así como la renta familiar y la situación sociofamiliar de las personas solicitantes.
El programa, en marcha desde 2004, ha permitido ya que cerca de mil estudiantes de la ciudad vivieran una inmersión internacional durante un curso completo, reforzando no solo sus competencias lingüísticas, sino también su autonomía y formación personal.