El fondo holandés de pensiones APG toma el control total de la AP-9 tras comprar la participación de Globalvia
El fondo de pensiones holandés APG ha sellado su control absoluto sobre la autopista AP-9, clave en la red de infraestructuras de Galicia, al adquirir el 40% de Itínere que estaba en manos de Globalvia. Esta autopista conecta las provincias de A Coruña y Pontevedra desde Ferrol hasta Tui, y ahora queda bajo la propiedad de APG, que ya poseía el 56% de Itínere.
Además de la AP-9, la transacción otorga a APG la gestión de otras vías importantes, como la AP-53 (Santiago-Dozón), la AG-55 (A Coruña-Carballo) y la A-57 (Vigo-Baiona), así como infraestructuras fuera de Galicia, como la AP-8 en el País Vasco y la AP-15 en Navarra.
Esta operación pone fin a los litigios entre Globalvia y APG, que llevaban años enfrentados por el control de Itínere. Aunque no se ha revelado el importe económico de la transacción, Globalvia ha afirmado que este acuerdo refleja la voluntad de resolver sus diferencias.
El control total de APG llega en un momento clave para Galicia, donde el Parlamento gallego ha solicitado un estudio al Gobierno central para evaluar el coste y viabilidad de un posible rescate y la gratuidad de la AP-9, una demanda histórica en la comunidad. Este debate sigue siendo uno de los temas prioritarios para partidos y organizaciones sociales, que consideran la autopista como un eje fundamental para el desarrollo de la región.
La adquisición refuerza a APG como uno de los mayores gestores de infraestructuras en España, mientras continúa la discusión sobre la gestión pública y el futuro de la AP-9, cuyos peajes han sido motivo de constantes quejas por parte de los usuarios.