El BNG defiende un puerto vinculado a la economía del mar en una A Coruña más verde y sostenible
Francisco Jorquera, portavoz del BNG en el Ayuntamiento de A Coruña y presidente de la Comisión Especial de la Fachada Marítima, hizo balance esta mañana de las 14 comparecencias realizadas en el marco de esta comisión. Durante una rueda de prensa retransmitida en directo por redes sociales, Jorquera destacó que todas las aportaciones realizadas coinciden en un objetivo común: diseñar una nueva frontera marítima que mantenga al puerto como motor económico de la ciudad, inserte a A Coruña en un modelo más verde y prepare las infraestructuras para afrontar los efectos del cambio climático, como el aumento del nivel del mar.
Jorquera recogió la sugerencia de Miguel Abelleira, director de la Escuela de Arquitectura de A Coruña, de evitar el uso del término “fachada marítima”, que puede asociarse a una construcción masiva en primera línea de costa, algo que debe evitarse en el futuro desarrollo urbano. Según el portavoz del BNG, el reto principal en esta etapa es “formular las preguntas adecuadas” que permitan definir criterios claros para el futuro de los terrenos portuarios.
Consenso más allá de un mandato
Una de las claves señaladas en las comparecencias fue la necesidad de afrontar el proyecto desde el diálogo y la búsqueda de consenso, tanto entre las administraciones públicas como con la ciudadanía. “Se trata de un proyecto de ciudad que trasciende el horizonte de un mandato político, por lo que requiere planificación a largo plazo y consenso cívico”, subrayó Jorquera.
El proceso de reordenación debe abordarse por fases, comenzando por aquellas que generen mayor acuerdo, pero siempre con una visión clara del diseño final y el presupuesto global necesario. Además, el proyecto debe abarcar toda la línea costera, desde A Pasaxe hasta Bens, aprovechando el conocimiento especializado de entidades locales como la Escuela de Arquitectura o los colegios profesionales de arquitectos e ingenieros.
Un aspecto crucial para el éxito del proyecto, según los comparecientes, es resolver la deuda portuaria sin que esta condicione decisiones estratégicas como la venta de activos. “El puerto debe seguir siendo un motor productivo para la ciudad, promoviendo actividades relacionadas con la economía del mar, como la pesca, el comercio y la logística”, explicó Jorquera.
Además de usos productivos, los terrenos liberados deben destinarse a cubrir necesidades de la ciudad y su área metropolitana, como mejorar la movilidad con aparcamientos disuasorios o crear conexiones ferroviarias de cercanías. También se proponen medidas ambientales, como la creación de zonas verdes que aumenten la escasa proporción de espacios naturales por habitante y la adaptación del puerto como barrera frente a posibles inundaciones.
La vivienda: un enfoque prudente
En relación con la vivienda, Jorquera señaló que este tema apenas fue abordado en las comparecencias, pero destacó que es fundamental evitar tanto la construcción en primera línea de costa como la creación de guetos para ricos. “La vivienda es un asunto central en las políticas públicas, pero en el contexto de la reordenación de los terrenos portuarios no debería ser la prioridad. Es fundamental garantizar que los nuevos espacios estén integrados en el tejido urbano”, matizó.
En definitiva, el diseño de la nueva línea costera debe estar ligado a un modelo de ciudad que combine su condición de motor económico de Galicia con una apuesta por una A Coruña más verde y sostenible. Este modelo también debe respetar el paisaje, integrarse plenamente en el área metropolitana y garantizar un desarrollo urbano equilibrado, inclusivo y respetuoso con la identidad local.