El BNG de Miño concluye una ronda de encuentros vecinales haciendo balance de mandato

El BNG de Miño acaba de finalizar una serie de encuentros vecinales celebrados a lo largo del mes de mayo en las distintas parroquias del municipio. Estas reuniones tuvieron como principal objetivo hacer balance de los dos primeros años de mandato y recoger, de primera mano, inquietudes, quejas y propuestas de la ciudadanía.
La formación nacionalista destacó que estos encuentros sirvieron para explicar el trabajo desarrollado desde que el BNG recuperó su representación en el pleno tras las elecciones municipales de 2023. “Nuestra entrada en la corporación sirvió para cambiar dinámicas e introducir debates que antes no existían”, apuntaron desde la organización.
Durante las reuniones, el BNG puso en valor las más de 90 iniciativas llevadas al pleno, muchas de ellas centradas en cuestiones prioritarias para el municipio, como la defensa de la sanidad y la educación pública, la propuesta para declarar las Marismas del Baxoi como Espacio Natural de Interés Local (ENIL), o la introducción de medidas para mejorar la inclusión de colectivos vulnerables, como personas con movilidad reducida o con Trastorno del Espectro Autista (TEA).
El portavoz municipal, Alberte G. Nicolás, señaló que “a pesar de la mayoría absoluta del PSOE y de contar con un solo concejal, desde el BNG hemos conseguido arrancar acuerdos positivos y forzar al gobierno local a posicionarse en temas que antes se evitaban”.
Sin embargo, las reuniones también fueron un espacio para la crítica al actual ejecutivo local, al que el BNG acusa de falta de planificación, retrasos en el cumplimiento de compromisos y mantenimiento de contratos de servicios básicos en situación precaria. “Todo esto repercute negativamente en la calidad de los servicios públicos”, advirtió Nicolás, quien también lamentó la ausencia de un proyecto claro para un ayuntamiento que está creciendo en población sin que eso venga acompañado de una mejora en los servicios públicos.
Una de las principales preocupaciones trasladadas por la ciudadanía fue la situación de las parroquias y zonas rurales, donde se denunció la falta de inversión, mantenimiento y servicios básicos. “No se trata de grandes obras, sino de pequeñas mejoras que marcan la diferencia en el día a día: parques infantiles, zonas deportivas, seguridad vial...”, expusieron desde el BNG.
También se recogieron propuestas relacionadas con la mejora de la movilidad, el transporte, la limpieza viaria, la programación cultural y la dinamización del comercio local.
Finalmente, el BNG volvió a insistir en la necesidad de crear espacios estables de participación ciudadana, como consultas vecinales, presupuestos participativos o consejos vecinales. “Es urgente avanzar hacia un modelo más participativo, que implique a la ciudadanía en las decisiones y construya un Miño pensado para quienes lo viven los 365 días del año”, concluyó Alberte G. Nicolás. “Miño está cambiando, pero ese cambio solo será positivo si se hace con las personas en el centro”.