Diego Calvo reivindica el modelo de gestión del Partido Popular en la provincia de A Coruña

El presidente del Partido Popular en la provincia de A Coruña, Diego Calvo, hizo balance de la situación política en los ayuntamientos coruñeses al cumplirse dos años de las elecciones municipales. En su análisis, Calvo acusó a los gobiernos locales formados por socialistas y nacionalistas de anteponer “sus intereses partidistas” al bienestar de la ciudadanía, frente al modelo popular que, a su juicio, se basa en la “seriedad” y el “rigor”.
“El análisis es sencillo: mientras los alcaldes y alcaldesas del PP se dedican a gestionar, a sacar adelante un proyecto político sólido, basado en el rigor y la seriedad, medio millón de coruñeses padecen las consecuencias de la falta de gestión y de la confrontación constante de las coaliciones formadas por socialistas y nacionalistas”, afirmó.
Calvo destacó que el PP gobierna actualmente en 39 ayuntamientos de la provincia, 30 de ellos con mayoría absoluta —incluyendo incorporaciones recientes como Outes y Cambre—, y aseguró que el partido aspira a consolidar sus resultados y ampliar su presencia.
Se refirió también a los gobiernos de PSOE y BNG, de los que dijo que “llegaron prometiendo estabilidad y gestión” pero que “se confirmaron como todo lo contrario”. “Sus gobiernos, a mitad de mandato, se caracterizan por las promesas incumplidas, por la falta de gestión, por la ausencia de liderazgo y por los continuos problemas internos entre las coaliciones mal llamadas progresistas”, sentenció.
Críticas a las tres grandes ciudades
El líder provincial del PP puso el foco especialmente en las tres principales ciudades de la provincia. Señaló a Ferrol como ejemplo de buena gestión, gracias al gobierno de José Manuel Rey Varela, que —según dijo— superó “años de bloques, enfrentamientos entre partidos y críticas permanentes” para instaurar un ejecutivo “estable, unido, con capacidad de gestión y liderazgo”.
Todo lo contrario, opinó, de lo que sucede en A Coruña y en Santiago. En la ciudad herculina, acusó a la alcaldesa Inés Rey de “renunciar a gestionar la ciudad” y limitarse a depender de proyectos de otras administraciones. “Estamos ante un final de ciclo, de una alcaldesa agotada, que vive al día porque no tiene proyecto para el futuro de la ciudad”, manifestó.
En cuanto a Santiago, Calvo fue especialmente duro: “Los santiagueses no se merecen un Gobierno en descomposición total tras la crisis de los concejales del PSOE. Con una alcaldesa desorientada, enfrentada con todas las administraciones y gobernando en minoría absoluta”, lamentó.
Casos de “desgobierno” en otros ayuntamientos
El presidente popular aseguró que esta situación de “desgobierno e inestabilidad” también afecta a otros municipios como Ribeira, Culleredo, Betanzos, Narón, Fisterra, Muros, Touro o Carral. Puso como ejemplo el caso de Ribeira, donde dijo que se perdieron 275.000 euros de fondos europeos, o el de Culleredo, con un presupuesto bloqueado. En Fisterra, aseguró que fue el PP quien salvó los fondos del Plan Único de la Diputación.
“Son solo algunos ejemplos del despropósito de las alianzas de socialistas y nacionalistas”, dijo, añadiendo que en ayuntamientos como Outes o Cambre los populares llegaron recientemente “para poner orden en dos ayuntamientos en los que reinaba el más absoluto caos de Gobierno”.
Críticas a la Diputación
También aprovechó la ocasión el secretario general del PP en la provincia y portavoz en el ente provincial, Evaristo Ben, para hacer balance del mandato de la Diputación de A Coruña, encabezada por el socialista Valentín González Formoso en coalición con el BNG. Ben calificó la gestión de “incompetente y marcada por la desidia”, y acusó al gobierno provincial de escudarse en la propaganda.
“Tenemos un gobierno bipartito que no ejecuta su presupuesto, que no establece planes específicos para ayudar a los ayuntamientos, que no cumple con los parámetros de eficiencia y sostenibilidad económica que marca la ley, que no planifica actuaciones estratégicas y que no racionaliza el gasto público de las subvenciones a las entidades”, criticó.
Ben concluyó asegurando que la Diputación funciona como una administración “esporádica y ocasional” que solo aprueba expedientes administrativos sin iniciativa política real. “Lejos de mejorar, estos dos años sirvieron para confirmar que este mandato es la continuidad de los ocho años anteriores, con la existencia de una administración provincial que carece de un gobierno provincial”, concluyó.