De Sada al mundo: el taekwondo como herramienta de vida

Por Amanda Fernández
El Club Taekwondo Sada lleva más de dos décadas formando deportistas, pero también personas comprometidas, respetuosas y con espíritu de superación. Bajo la dirección de Sabela Dios Lonja, este club coruñés se ha consolidado como un referente tanto a nivel autonómico como nacional, siendo de los clubes gallegos con más licencias en la actualidad. Hablamos con su directora para conocer mejor el día a día, los valores que lo definen y los sueños que siguen guiando este proyecto.
¿Cómo y cuándo nació el Club Taekwondo Sada?
Nuestro club nació el 3 de julio de 1999, de la mano de un grupo de personas practicantes de nuestro arte marcial.
¿Qué valores y filosofía definen al club desde sus inicios hasta hoy?
En nuestro club tratamos de educar a nuestras deportistas para la vida, pues independientemente del deporte, tenemos que saber “ser personas”. Para nosotros es fundamental ayudar a nuestros deportistas a aprender a trabajar en equipo, a ser amables y empáticos con las personas que los rodean y, sobre todo, a saber relacionarse con el entorno y con las personas de forma respetuosa. Por supuesto, el espíritu de superación, el esfuerzo diario, la confianza en uno mismo y la determinación son pilares fundamentales dentro de nuestros entrenamientos.
¿Cómo es el funcionamiento diario del club?
Los horarios del club están divididos en dos grandes grupos: clases de taekwondo general y grupos de competición. Dentro de las clases de taekwondo general contamos con cinco grupos divididos por edades: taekwondo escolar que es de 3 a 12 años (se imparte martes y jueves de 16 a 17 horas); el taekwondo benjamín que engloba niños y niñas entre 3 y 7 años (que se imparte lunes, martes, miércoles y jueves de 17 a 18 horas); el taekwondo alevín que es apto para niñas y niños entre 8 y 12 años (este grupo entrena los lunes, martes, miércoles y jueves de 18 a 19 horas); el taekwondo cadete que está pensado para adolescentes y preadolescentes entre 10 y 16 años (trabajan los miércoles y viernes de 19 a 20 horas) y, por último, el taekwondo para adultos, en el que admitimos a personas mayores de 15 años, que tiene un entrenamiento semanal los miércoles de 21 a 22 horas.
Para iniciarse en la práctica del taekwondo, recomendamos entre una y tres clases semanales. Después impartimos las sesiones de los grupos de competición, divididos en: técnica, combate, exhibición y freestyle. Cabe destacar que somos uno de los pocos clubes del país que trabaja las cuatro modalidades del taekwondo.

¿Qué papel juegan las competiciones en la formación de vuestros deportistas?
Nuestra opinión es que la tolerancia al fracaso y la filosofía del esfuerzo diario son valores que no son fáciles de encontrar en los niños y niñas en el día a día, pero, sin embargo, el deporte (y, en especial, el taekwondo) forma a los adultos del futuro con estas premisas fundamentales, pues la competición es un “lugar” donde las emociones más fuertes están a flor de piel: la presión, los nervios… y nuestros pequeños y pequeñas aprenden a hacerles frente.
En la mayoría de los casos, logran tener un control y naturalizar todas esas emociones de manera fascinante. Por otro lado, la felicidad de los objetivos conseguidos es algo muy gratificante dentro del mundo de la competición, después de un trabajo de mucho tiempo y bien hecho, tras mucho esfuerzo, es una sensación espectacular. Por último, y para nosotros una de las cosas más importantes, es la confianza en uno mismo que se va ganando en las competiciones.
El hecho de preparar una competición hace que vayas subiendo tu nivel y que cada vez que pisas la pista seas un poco mejor, eso va haciendo que seas capaz de darte cuenta de que, con trabajo y compromiso, puedes lograrlo todo.
Tuvisteis una actuación destacadísima en el Open Internacional de España. ¿Cómo se vivió desde dentro este gran éxito?
Para nosotros la mayoría de nuestros éxitos no son una sorpresa. En nuestro club, tanto los técnicos como los deportistas y sus familias, trabajamos muy duro a diario para conseguir los objetivos más ambiciosos. La planificación realizada por nuestros entrenadores es muy específica y tenemos la suerte de contar con una generación de deportistas que responden a la perfección y están dispuestos y dispuestas a “darlo todo”. Es cierto que nuestros rivales también trabajan, y además muy bien, a la vista está la igualdad que hay en la pista y lo difícil que es alcanzar cualquier éxito, pero nosotros confiamos al cien por cien en nuestro sistema y en las capacidades de los deportistas de nuestro club. Vivimos cada éxito con muchísima felicidad y muy agradecidos por todas las personas que son nuestro apoyo en el camino.

¿Qué significa para el club tener a tantos y tantas deportistas en lo más alto del ranking nacional y ya pensando en el Mundial 2026?
Es un orgullo, es increíble cómo unos chicos y chicas de un pueblo, logran competir, y superar, a otros competidores de clubes de grandes ciudades con una trayectoria también irreprochable. La verdad es que nos hace muy felices optar a conseguir uno de los objetivos más ambiciosos dentro de cualquier deporte, que es representar a tu país en un campeonato del mundo, otra vez.
¿Podríais contarnos alguna anécdota o momento especial vivido en esta última competición?
La verdad es que en esta ocasión no tuvimos mucho tiempo para anécdotas, pues era una competición que transcurría en un solo día y había muchas categorías en juego. Pero, fuera de lo deportivo… ¿Cómo puede ser que en Valladolid llueva más que en Galicia? No lo podíamos creer, estábamos en medio de la meseta, entrando en el mes de junio, a treinta grados, y caían unas piedras de granizo impresionantes… vaya, que llevamos la lluvia con nosotros al centro de la península (dice entre risas).
En lo deportivo, destacar lo muchísimo que gustó la coreografía de nuestro equipo de freestyle adulto y, también, la subida al podio de nuestro pequeño del equipo de freestyle con solo doce añitos, cuando la categoría llega hasta los diecisiete años, y, también, la alegría de los podios de las categorías benjamín y alevín, que demuestran que el relevo generacional del club viene pisando fuerte.
¿Cuáles son los mayores retos a los que se enfrenta el club en los próximos años?
Para nosotros, aún más importante que la competición, es ser un club con muchas licencias, pues somos de los clubes de Galicia con más practicantes actualmente, y uno de los grandes retos es seguir siéndolo. Para nosotros es muy gratificante contar con tantos deportistas en nuestra base y sentir que tantas familias confían en nosotros para la formación de los más pequeños y pequeñas. Además, es una parte del club a la que destinamos mucho tiempo y esfuerzo, pues tratamos de que nuestras clases generales sean lo más completas (a nivel de educación física y taekwondo) y lo más divertidas posibles.
Por otro lado, a nivel de competición, continuar manteniendo el nivel que tenemos hoy en día es un reto también, pues nunca podemos dar por hecho que esos resultados se mantendrán en el tiempo, ya que relajarse un poco supondría, probablemente, la pérdida de los mejores puestos a nivel autonómico y nacional.

Y para terminar: ¿qué sueños o metas tiene el Club Taekwondo Sada de cara al futuro?
Soñar es gratis y entonces soñamos en grande. Últimamente se escucha dentro de nuestro ámbito que el Freestyle es candidato a ser una modalidad olímpica y, por supuesto, soñamos con ser nosotros quienes consigamos tener un representante olímpico en esa prueba.
Dentro del club, nuestra meta es continuar expandiendo el taekwondo por nuestra zona, hasta que no quede ningún niño ni niña que no haya practicado taekwondo con nosotros. Es una meta que genera mucha ilusión y por la que vamos a luchar y continuar creciendo curso tras curso.